viernes, 11 de abril de 2008

Nacimiento del Banco de México

Nacimiento del Banco de México
Antes de siglo XVI, hubo un periodo en que los bancos privados emitían dinero sin control y cedían créditos de manera excesiva. Los bancos públicos surgieron para controlar y evitar esta situación y son los antecedentes de los bancos centrales de hoy.
El primer banco central del mundo fue el Banco de Inglaterra, fundado en 1694. Se le confirió la exclusividad para emitir los medios de pago en su país y funcionaba como banquero y administrador de la deuda del gobierno.
El primer esfuerzo por consolidar un banco central en México estuvo a cargo de Agustín de Iturbide, en 1822. Sin embargo, las condiciones económicas y políticas del momento frustraron este intento. Más adelante, en 1830, se fundó el Banco de Avío, con el interés de establecer un banco de fomento, pero una vez más, su alcance y vida fueron cortos.
Durante el Porfiriato los bancos regionales podían emitir moneda que tenía aceptación local, pero sólo el Banco de Londres y México, y Banamex podían emitir moneda a nivel nacional. En 1884, Banamex estuvo muy cerca de convertirse en banco central, ya que fue a la vez emisor y prestatario del Gobierno Federal.
Durante la Revolución, diferentes grupos revolucionarios emitieron billetes para poder financiar su lucha. Por su parte, los bancos de emisión se vieron obligados por el gobierno de Victoriano Huerta (1914) a prestarle dinero para sostener su guerra contra los constitucionalistas. De este modo, los bancos de emisión se convirtieron en enemigos de la Revolución y se pronunciaron contra la pluralidad de emisores.
Al término de la lucha armada se estableció en la Constitución de 1917 que sólo el Gobierno Federal sería el encargado de emitir billetes. Finalmente, el 1 de septiembre de 1925 se fundó el Banco de México gracias a los esfuerzos y organización del Secretario de Hacienda, Alberto J. Pani, y al apoyo del Presidente de la República, Plutarco Elías Calles. A esta institución se le otorgó la facultad exclusiva de acuñar moneda metálica, y de emitir billetes, también se convirtió en asesor financiero y banquero del Gobierno Federal. Su primer director fue Manuel Gómez Morín, quien tuvo una importante participación en la elaboración de la Ley Constitutiva del Banco Único de Emisión.
De 1925 a 1931, el Banco de México enfrentó algunas dificultades porque sus billetes no eran aceptados por el público en general. Además, prevalecía la falta de cooperación de la banca comercial, a la que en ese momento no se le requirió adherirse al Banco de México.
En julio de 1931 se promulgó una Ley Monetaria que desmonetizó el oro en el país. La única opción que prevaleció para efectuar operaciones de gran denominación eran los billetes de Banco de México. Con la nueva Ley Monetaria de 1935, el Banco de México ya no pudo operar como banco comercial y se estableció que fuera regulador de la banca comercial. El billete de Banco de México se convirtió en la moneda de curso legal.
En 1993 se presentó la reforma constitucional mediante la cual se otorgó autonomía al Banco de México. Esta autonomía tiene como principal objetivo proteger a nuestra economía contra futuros brotes de inflación. Además, se estableció en esta reforma que “ninguna autoridad podrá ordenar al Banco concederle financiamiento”.

Información obtenida de: MUSEO INTERACTIVO DE ECONOMÍA

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